“El valor de las pequeñas cosas”

Estas fotos no fueron pensadas para hacerse públicas. Pero luego de verlas apareció una sensación de nostalgia; la de aquellos días en los que nos hacía tan feliz algo tan nimio y simple como hacer un pozo en la arena. 

Es esperanzador ver cómo (en tiempos en que la tecnología nos acerca virtualmente para aislarnos físicamente) el contacto humano y fraternal todavía tiene un lugar tan importante. Es un pozo que no tiene ningún uso práctico, más que el de rescatar de algún lugar (que a veces parece oculto) la enorme sensación de plenitud que produce el reír mirando a los ojos a quienes nos rodean.
 
Quedará a criterio de quien mire las fotos si esas personas son familiares, amigos o simplemente personas que se conocieron allí. Lo importante es rescatar y valorar el tiempo que dedicamos a esos momentos compartidos, tan necesarios para alimentar el espíritu.

Créditos:
Curador: Artista Plástico Pablo Curuchet
Textos: Santiago Noro
Traducción: Prof. María Luisa Pemberton